El MATE ya es mundial!

En los últimos años, nuestro tradicional mate ha cruzado las fronteras para convertirse en un boom mundial.

Además de argentinos y uruguayos, otros países comienzan a adoptarlo como bebida cotidiana, aprovechando sus bondades y riquezas nutricionales.

Mucho ha tenido que ver el hecho de que personalidades internacionales comenzaron a tomar mate, haciéndolo famoso en el mundo entero. De hecho, es el secreto de bienestar de la modelo brasileña Gisele Bündchen, y la fuente de energía del futbolista francés Antoine Griezmann.

En varios países de Medio Oriente, muchas personas han comenzado a prepararlo. Los sirios, por ejemplo, lo conocen desde el siglo pasado y en los últimos años ya lo consideran parte de su cultura.

“Lo bebemos en pequeños vasos de vidrio tradicionales para el té y con bombilla. Cada uno tiene su propio vaso. Para mí es algo diario, una rutina. Bebo mate cuando estudio, y con mi familia y amigos nos sentamos a tomarlo después de las siete”. Quien dice esto no vive ni en Córdoba, ni en Buenos Aires, ni tampoco en Montevideo. La dueña de estas palabras está a más de 12 mil kilómetros de distancia, y se llama Sanaa Bishani, una estudiante de 25 años de Tartous, la ciudad con más fanáticos del mate en Siria.

A diferencia de Argentina, los sirios no comparten el mate, sino que cada uno lo toma de su vaso de vidrio. Además, cuando abren el paquete, curiosamente lo hacen siempre al revés.

Pero el fenómeno excede Medio Oriente. El Mundial de fútbol de Rusia fue una gran vidriera para la bebida preferida por los argentinos. Futbolistas ingleses, franceses y coreanos descubrieron en el mate un complemento esencial, y muchos de ellos lo llevaron a sus países.

En su obra “Caá Porã”, Pau Navajas, se adentra en el simbolismo de este rito social: “Significa, ante todo, el reconocimiento del otro como un igual. Acaso sea ese el mayor de los encantos que ofrece el mate, una experiencia que aprendieron a disfrutar los antiguos habitantes del Plata unidos alrededor del fuego; algo que se transmite y parece hacer contacto en la sutil espesura de su inconfundible sabor”.

El mundo, ahora, también lo sabe. Y lo disfruta.

Fuente: La Voz del Interior

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